El Ministerio de Salud Pública realizó la presentación de ocho guías de práctica clínica, este 2 de diciembre, en el auditorio de la Plaza Rodolfo Baquerizo Moreno, en Guayaquil, que se suman a 12 guías publicadas anteriormente (desde 2012). Estas guías de práctica clínica constituyen una muy importante herramienta, novedosa en el país, para orientar el ejercicio profesional médico y mejorar la calidad de los servicios de salud.

Las ventajas del uso las guías son varias, entre otras reducen la variabilidad clínica en la atención; mejoran la calidad del cuidado; y hacen más racional la prestación de los servicios de salud, en términos de un mejor empleo de los recursos. Las guías ecuatorianas son una adaptación de documentos internacionales de alto valor científico, lo que implica ajustar al modelo integral de salud ecuatoriano al contexto internacional.

Todas las guías incluyen recomendaciones sobre “buenas prácticas” en salud relacionadas con nuestras prácticas culturales y con el conocimiento popular, que son útiles en el marco de la medicina holística, siempre y cuando no causen daño al paciente. Además se incluye al final de cada guía una lista de medicamentos avalados, escogidos en base a las indicaciones terapéuticas. El proceso de desarrollo de cada guía lleva entre 3 y 8 meses.

Las ocho guías presentadas este 2 de diciembre tratan sobre Anemia del embarazo; Infección vaginal obstétrica; Alimentación en el embarazo; Osteogénesis imperfecta; Diabetes gestacional; Cuidados paliativos; Salud de Adolescentes; e Hiperplasia adrenal congénita.

Las doce guías clínicas que se habían lanzado previamente, desde 2012, tratan de los siguientes temas: Prevención y control de la transmisión materno-infantil de VIH y sífilis; Atención integral a niños con VIH-SIDA; Infección de vías urinarias en el embarazo; Trastornos hipertensivos del embarazo; Hemorragia postparto; Lupus eritematoso sistémico; Fibrosis quística; Fenilcetonuria; Galactosemia; Enfermedad de Gaucher; Uso de sangre y sus componentes; y Aborto diferido, recurrente y retenido.

Magnitud, gravedad, vulnerabilidad, tendencias, costos, equidad, interés local y agenda política son los criterios que se consideran para la selección del tema de una guía de práctica clínica, explicó Verónica Espinosa, subsecretaria de Gobernanza de la Salud.

David Acurio, viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, resaltó el trabajo coordinado sistemático y riguroso, labor colectiva de un equipo multidisciplinario con criterio científico y metodológico que operó de forma sistemática, dedicada y cuidadosa. “Esto hace que las guías de prácticas clínicas sean ricas en conocimiento, y con mucho valor científico para el actuar profesional y la auditoria de los servicios de salud”, manifestó.

“Son la expresión de uno de los grandes cambios que se dan en el país, como es la implementación del Modelo de Atención Integral en Salud, con un enfoque de promoción y prevención de la salud, para la construcción del Buen Vivir”, finalizó el Viceministro.