Con talento y vocación, dos enfermeras lograron cargos de liderazgo y responsabilidad

Quito, 12 de mayo de 2022

La labor de un profesional de enfermería es diversa. Unos se encargan de la atención a los pacientes dentro de las casas de salud. Otros se dedican a los temas administrativos, planificación, organización de sistemas digitales e, incluso, están vinculadas al ámbito docente. Las enfermeras Sandra Aguilera y Tania Jácome han cursado por estas áreas.

Sandra tiene 53 años; 30 de ellos dedicados a la enfermería en el Hospital Pablo Arturo Suárez (HPAS). En este espacio ha logrado desenvolverse en varias áreas. Comenzó con la atención al paciente y a sus familiares, a quienes trataba con respeto y consideración. “He enfrentado situaciones bonitas, como el alta de los usuarios; también situaciones negativas, como los fallecidos durante la pandemia de la COVID-19”.

Luego de ello y debido a sus méritos, la enfermera -quien tiene una maestría en gerencia de salud- accedió a cargos de responsabilidad. Hoy es coordinadora técnica de cuidados de enfermería a pacientes ginecoobstétricos en el HPAS. Tiene a su cargo 30 enfermeras y enfermeros y 28 auxiliares. “Es gratificante porque accedemos a nuevos caminos para desarrollarnos de forma profesional”.

Sandra además se vinculó a la docencia y confiesa que es su pasión. Actualmente tiene a cargo a 18 internos rotativos, a quienes enseña a través de su experiencia y vocación. “Les digo que debemos ser como el lobo: con orejas largas y ojos bien abiertos para determinar cómo está el paciente. Debemos tener un radar activo para salvar vidas”.

Ese radar se potenció durante la pandemia por la COVID-19, en donde estuvo en primera línea. “Fue tenaz, porque estábamos completamente cubiertos con los equipos de bioseguridad. Nos daba miedo por los contagios; no tomábamos líquidos para no sacarnos los trajes de protección; cambió nuestro ritmo de vida. Pese a ello, logramos superar esos retos y ahora seguimos cuidándonos”.

Tania, en cambio, es especialista en primer nivel de atención en planta central del MSP. Seis de los 10 años de experiencia, se ha dedicado al área administrativa, ya que se encarga de la Plataforma Registro de Atención Salud (PRAS). Es un sistema digital en el cual se colocan los datos de salud de las personas que se atienden en la red pública (historia clínica electrónica única). “Es otra forma de servicio al paciente, en la cual se comparten los conocimientos en beneficio de los demás”.

Para ello ha tenido que capacitarse en informática y estadística para hacer un buen trabajo. “La historia clínica es un producto emblemático, ya que es una fuente de datos centralizada y que beneficia al personal sanitario y pacientes”.

El trabajo de esta enfermera -cuenta- no tiene horario ni fecha en el calendario. Sin embargo, su familia le apoya en el camino. “Sin su apoyo no hubiera cumplido mis objetivos profesionales”.

Con estas dos historias de liderazgo y superación, en este día agradecemos a los 15.835 enfermeros y enfermeras por su labor diaria; más aún por su trabajo incansable durante la pandemia de la COVID-19.

MIL GRACIAS.

#JuntosCumplimos