Efectos del consumo de tabaco – Mitos

  • “Hay muchas cosas peores que el tabaco”

En el mundo mueren casi seis millones de personas al año por causa del tabaco.

Cada 6 segundo muere una persona por causa del tabaco.

  • “Dejar de fumar es cuestión de fuerza de voluntad”

Frecuentemente, cuando se plantea dejar de fumar, aparece la idea de fuerza de voluntad como algo necesario para conseguirlo. Este concepto incluye aspectos tan variados como capacidad de esfuerzo, constancia, resistencia ante los problemas y/o los obstáculos, etc.

Si bien todo ello resulta necesario en el proceso de abandono del tabaco, también es importante saber que la fuerza de voluntad no es un rasgo de la personalidad, no es algo que se tenga siempre o por el contrario algo de lo que se carezca. La fuerza de voluntad es un esfuerzo que se realiza cuando se tiene un gran interés por conseguir un objetivo determinado.

  • “Dejar de fumar es muy fácil. Yo lo he dejado miles de veces”

Esta famosa cita refleja la posición que muchos fumadores mantienen ante el proceso de dejar de fumar. Pero, se debe pensar por un momento, si es tan fácil dejar de fumar ¿por qué se deja miles de veces? Mantenerse sin fumar es algo que se aprende, y por ello es posible fracasar en algunos intentos hasta que finalmente se consigue. Probablemente, si se pregunta a los ex-fumadores conocidos, muchos contestarán que lo intentaron más de una vez hasta que lo lograron. Muchos fumadores no se plantean dejar de fumar por el miedo a las recaídas. Creen que su esfuerzo será inútil y que finalmente volverán a fumar. Es importante que no se olvide que de los errores se puede, y es necesario, aprender.

  • “Hay pocas cosas tan gratificantes como el tabaco… Si lo dejo, disfrutaré menos de la vida”

Para muchos fumadores, fumar un cigarrillo es una importante fuente de gratificación. Por ello, en los primeros momentos del abandono es frecuente que aparezca la sensación de haber perdido algo importante. Sin embargo, a medida que transcurren los días, esta sensación desaparece. Poco a poco, el cigarrillo perderá su importancia y se volverá a disfrutar de las cosas y actividades de la misma forma que antes.

  • “Fumar poco en una mujer embarazada no daña al feto”

Siempre que se fuma se producen alteraciones en el feto, ya que los componentes del tabaco atraviesan la barrera placentaria.

  • “Se pasa muy mal cuando se deja de fumar… Es peor el remedio que la enfermedad”

Muchos fumadores tienen miedo a sufrir los síntomas del síndrome de abstinencia: irritabilidad, nerviosismo, aumento de peso, etc. Estos síntomas, que no tienen por qué aparecer con la misma intensidad en todos los fumadores, son temporales y en gran medida controlables por la misma persona.

  • “No noto que me haga tanto daño como dicen”

Aunque durante un tiempo el fumador no note los efectos negativos del tabaco, indiscutiblemente se está produciendo el daño en su organismo. La sola acción de fumar un cigarrillo produce aumento de la tensión arterial y una elevación de la frecuencia cardíaca de 10 a 15 latidos por minuto.

  • “El humo del tabaco sólo afecta a los ojos y a la garganta del fumador pasivo”

El fumador pasivo tiene mayor riesgo de padecer todas las enfermedades producidas por el tabaco, agravándose esta situación en el caso de los niños. En el 2004, el humo ambiental del tabaco fue responsable de 600.000 muertes prematuras en todo el mundo. El 28% eran niños.

  • “Cuando estoy nervioso o necesito concentrarme, lo único que me ayuda es fumar”

En realidad la nicotina es una sustancia estimulante, no relajante. Es posible que en el momento el fumador note alivio, quizás porque reduzca la sensación de abstinencia pero, a medio plazo, al fumar está aumentando la tensión del organismo. Además, los no fumadores desarrollan otro tipo de estrategias para hacer frente a situaciones de tensión.

  • “Una persona que fuma menos de 5 cigarrillos diarios no es fumadora”

Con tan sólo un cigarrillo diario, una persona debe considerarse fumadora, ya que existe una dependencia.

  • “El tabaco no es una droga”

Una droga se define como una sustancia que provoca adicción física y psicológica, y su retirada provoca síndrome de abstinencia. El tabaco cumple todos estos requisitos.

Sólo las personas que han sufrido un buen susto o aquellas con mucha fuerza de voluntad pueden lograr dejar de fumar. Cualquier persona puede dejar de fumar. Lo importante no es la fuerza de voluntad sino tomar la decisión, tener claro el objetivo y poner en marcha las estrategias para conseguirlo.