El refrigerio escolar: imprescindible para una buena nutrición

El refrigerio  escolar forma parte de una de las cinco comidas diarias de los niños, por lo tanto debe aportar entre el 15% y el 20% del total de calorías en el día, es decir aproximadamente unas 275 calorías, así los recomiendan especialistas de la Dirección Nacional de Nutrición del Ministerio de Salud Pública.

Pilar Torres, técnica de nutrición de la Coordinación Zonal Nº9 del Ministerio de Salud, explica que no es necesario invertir grandes cantidades de dinero, ni es recomendable hacer loncheras tipo “almuerzo”, ya que esto causaría problemas de obesidad en los infantes. «La clave es enviar (a la escuela) un refrigerio que incluya alimentos ricos en vitaminas, proteínas e hidratos de carbono», señala.

La especialista destaca que los chochos con tostado y maduro cocido, con queso a más de ser nutritivos,  son dos alternativas que cada día se imponen con mayor fuerza en los bares escolares.

Rita Páez, madre de tres hijos, está consciente que una adecuada nutrición ayuda a los niños a mejorar sus  actividades diarias y además previene enfermedades, por ello dice que a la dieta y en la lonchera, para sus hijos siempre incluye frutas, yogurt o cereal.

«La alimentación es importante, porque le ayuda al niño en la motricidad y aporta con los nutrientes necesarios para que se desarrollen adecuadamente», recalca.

Otras recomendaciones

Se recomienda que el refrigerio contenga diariamente una porción de verduras (zanahoria, pepinillo, tomate, rábano), una fruta de temporada (manzana, pera, claudia, mango y otras), una porción de cereal (arroz, avena, maíz, quinua) y  agua,  leche o yogur descremado. Lo más importante es evitar las gaseosas y bebidas endulzadas. Esta práctica, acompañada de actividad física evitará que se presenten problemas de desnutrición u obesidad.

De su parte Ana Gabriela Di Capua, técnica de Nutrición del Ministerio de Salud, reitera que los niños deben alimentarse cinco veces al día y  entre las provisiones que deben consumir están las frutas, las verduras, proteínas y los cereales.

Las madres que cumplen sus actividades diarias en sus oficinas o lugares de trabajo también se  toman su tiempo, para equilibrar la dieta de sus  pequeños, esto explica  Mayerlly Marmolejo, de 34 años, quien es profesora de niños de pre básica, y también  madre de una niña de tres años. Según dice en la lonchera de su hija procura siempre incluir: el plátano, la manzana o yogurt. “Los alimentos que consumen los niños deben ser  más sanos y naturales”, indica.

Así  mismo  comenta que en las loncheras de los infantes del centro educativo en el que labora, las madres se preocupan por incluir alimentos saludables.

Política Pública de Salud

Trabajo coordinado

Espicialistas del Ministerio de Salud, además recomiendan que si los padres trabajan con las escuelas deben acordar los tiempos para que los escolares consuman el refrigerio y así comprometerse a mejorar la calidad de las preparaciones, rescatando los alimentos tradicionales (quinoa, arroz de cebada, las variedades de leguminosa, el maíz en todas sus formas, asi como los vegetales rojos, amarillos y verdes).

Los padres, también deben involucrarse con la escuela en controlar el expendio de alimentos poco saludables, en los kioscos escolares y en las tiendas alrededor de la escuela. Solo un esfuerzo conjunto puede asegurar que el escolar acceda a una alimentación sana y realice 60 minutos diarios de actividad física.

Política Pública de Salud

En octubre del 2010 se firmó el Acuerdo Interministerial N. 0004-10 entre el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Educación con el objetivo de “promover hábitos alimenticios saludables en escolares y adolescentes del Sistema Nacional de Educación” donde se regula los tipos de bares escolares que pueden existir dentro de las Instituciones Educativas y el tipo de alimentos que se expenden en los mismos, prohibiendo la venta de productos con alto contenido de sal, azúcar y grasas, y/o que contengan cafeína, edulcorantes artificiales, y bebidas energéticas.

Opciones

  • Día1: Pan con pollo, yogur y manzana.
  • Día2: Granola: avena, quinua, salvado de trigo; yogur natural y agua
  • Día3: Pan con queso, jugo natural de manzana y mandarina
  • Día4: Pan con tortilla de huevo, agua y plátano.
  • Día5: Sánduche de queso, yogur y pera
  • Día6: Ensalada de pollo, jugo fruta, papaya picada

 

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