Los Comités Locales de Salud: los nuevos Guardianes de la Vida
En un acto simbólico, la ministra de salud, Margarita Guevara, nombró a los Comités Locales de Salud (CCLS) como Guardianes de la Vida. Esta designación significa un impulso a las acciones ejecutadas por la ciudadanía en el acompañamiento a las madres embarazadas en riesgo, a los recién nacidos con bajo peso al nacer y a las niñas y niños hasta dos años con desnutrición crónica para que puedan superar esa condición, de tal manera que toda la comunidad se comprometa a enfrentar esta problemática.
Los Comités Locales de Salud, al ser declarados Guardianes de la Vida, adquieren la corresponsabilidad de ser los que posicionen esta problemática en sus comunidades y convertirse en quienes informen, sensibilicen a los líderes comunitarios y barriales u otros actores comunitarios de la importancia unirse a colaborar que niños y niñas no sufran las consecuencias de la desnutrición . Es importante que los CCLS sean los voceros de esta acción para confirmar su compromiso con la infancia del Ecuador en sus primeros 1.000 días de vida.
Esta actividad está enmarcada dentro de la participación social en salud, en lo que se denomina vigilancia comunitaria, la misma que es concebida como un mecanismo de desarrollo comunitario a través del cual la comunidad se organiza y se moviliza para vigilar a las madres gestantes y los niños en situaciones de riesgo, con el fin de operar una red de apoyo donde la comunidad tiene el papel central.
La participación de la comunidad es uno de los grandes retos en los programas de salud y que esto significa generar un proceso de cambio en las relaciones de poder en las dinámicas comunitarias, así como aceptar y conocer la dinámica de los contextos locales con el objetivo de crear estrategias organizadas localmente con base en la conformación de redes comunitarias encaminadas a llevar a cabo un control social en el tema de la salud.
Implementar la vigilancia comunitaria a través los Comités Ciudadanos Locales de Salud tiene como objetivo promover una cultura de vigilancia. Es una forma de empoderar a la ciudadanía para que ejerza sus derechos y pueda incidir ante sus autoridades locales para el planteamiento de acciones conjuntas que permitan mejorar la calidad de vida de la población y especialmente erradicar la desnutrición crónica de los infante, además tiene una importancia relevante en la vida futura del ser humano y de la sociedad.